jueves, 4 de septiembre de 2008

MI PERÚ EN UNA COMBI



En un día normal de mi vida; comencé levantándome tarde para variar, muy forzadamente para ser más explícito porque la simple razón que tenía que ir a la universidad, como todos los días; luego tome un baño; le di comida a mi gran mascota la cual es una charapita llamada “Torty” (bien creativo yo), luego derechito a tomar mi desayuno e dirigirme al paradero para tomar mi "combi!" como todos los días.

Ya saliendo de mi casa me percaté como el cielo de mi Perú estaba tan gris y me pregunté: ¿Alguna vez podremos recuperar esos cielos voluminosos y celestiales los cuales nos hacen un Perú? Bueno como no pude responderme seguí caminando hacia el paradero, que en verdad no era un paradero legalmente pero bueno así yo lo llamaba. Cuando llegué lo noté como todos los días con la misma sensación de frialdad y el paso del tiempo en este. Para mi suerte, "la combi" estaba a 2 cuadras de donde yo estaba parado, proseguí a levantar mi mano y como siempre paró a unos metros de distancia de donde yo estaba, típico pero a la vez característico de nuestra sociedad.

Ya en "la combi", estaba parado y para variar escuchando los gritos del cobrador en mi oreja diciendo: "colaboren pe, al fondo hay espacio, pa ir directos"

Ya en “la combi”, me dirijo hacia el fondo y busqué un asiento vacío, y para mi suerte lo encontré; digo para mi suerte porque casi siempre (para no decir siempre) no encuentro un bendito asiento puesto que nos transportan como ganado, creo yo. Ya sentando al fondo, de repente a los 5 minutos el Sr. conductor pone una “cumbia pegajosa”; confieso que hizo que mueva mi pie al son de esta.
Pasado un tiempo, para ser más precisos, a mitad de camino, de repente me percato que mi peruanidad está en todos lados alrededor mío y no me daba cuenta, o sea en mi gente.

Primero observé a un Sr.de edad, le pongo unos 65 años, está sentado a mi lado derecho al costadito de la ventana. Peculiarmente muy a lo lejos pude recibir un pequeño canto que venia y se iba, efectivamente es él que está cantando muy solapadamente un bolero de anteaño y a la vez lo escuche quejarse de que no le pagaban su pensión de jubilado a tiempo (¿qué raro no?), del actual mal gobierno (comparándolo con los partidos socialistas de izquierda) y de la vida misma (expresando de que todo era injusto en su vida).

Exactamente a mi lado izquierdo me percate de un bichito raro de la sociedad llamado en estos días un “EMO pose”, aunque desde mi punto de vista es un tipo normal que le gusta esa onda y la toma, que si me dieran la autorización yo le pondría el calificativo de <> pero qué mejor ejemplo puedo tomar de que mi Perú es un país pluricultural que después de casi 4 siglos de la independencia, cómo las cosas han cambiado de una nación cerrada, que ha tendido a abrirse y tenderá a más constantes cambios en nuestra realidad nacional.

Siguiendo con mi percepción de mi peruanidad, un asiento delante para el lado derecho mió, se localiza una señorita de unos 27 años aprox., un poquito subidita de peso pero igual con mucho admiración la veo leyendo su manual de adiestramiento para su trabajo y me da la sensación viendo su rostro que tiene unas ganas de ser mejor día a día; de prosperar en este Perú, un país de oportunidades para la gente que en verdad desea prosperar.

Luego, me percató de otra señorita pero esta vez muy delgada; con un rostro pálido; juraría que no habría dormido mucho (por sus enormes bostezos), solo espero que está noche si pueda dormir todas sus horas; vestida con su sastre azulino; seguramente dirigiéndose a su chamba.

Siguiendo con mi ardua tarea, detengo mi atención en un individuo que esta muy alborotado con sus papeles y viendo muy constantemente su reloj, me da la sensación que esta apresurado a llegar su trabajo, muy apurado en ordenar seguramente un reporte o un documento que deba presentar a su jefe, típico en nuestra sociedad “todo queriéndolo hacer a la ultima hora”.

Ya casi llegando a mi universidad; le doy una ojeada a mi celular y veo que ya se me hizo tarde; y en eso veo a una pareja de turistas, juraría que eran alemanes por sus rasgos faciales. De repente, en una milésima de segundo me asentó un sentimiento de saber que nuestro país en una gran colonia para nuestros hermanos de otros países, con la completa seguridad que somos un país en camino del desarrollo y que hoy en día estamos en la mira de todo el mundo.

Y finalizando mi pequeña crónica matutina urbana, yo un joven universitario que busca llegar a la hora a sus clases, solo tengo algo que decirles:

“Con esta pequeña percepción que tengo de mi querido Perú, les pido por favor que ustedes también sientan su nación por sus venas y que todos, incluyéndome, pongan su 101% y sus 6 sentidos activos en hacer a este Perú del siglo XXI, olvidándonos completamente de los perjuicios socioeconómicos del siglo pasado, en un país que le sobre punche y garra del cual sentirnos sumamente orgullosos”.

Por mi lado, yo me comprometo ya no solo pensarlo sino comenzar a hacerlo al instante…







1 comentario:

radek dijo...

Que buena reflexion y a la vez mensaje al dar a entender lo importante que es nuestro comportamiento diario a imagen de otras personas y es bueno recalcar que me siento orgulloso de ser peruano, y no por lo que otros produzcan siendo ellos peruanos ... sino porque vemos la vida de otra manera y decimos als cosas como son...!!! Arriba Peru